Después de que Tom, Lucas y Max regresaron a casa con el nuevo poder del collar del Guardián, sus vidas volvieron a la normalidad, pero con una sensación de que algo grande estaba por venir. Max, con su collar dorado brillando suavemente, parecía más alerta y protector que nunca.
Una tarde, mientras paseaban por el bosque, Max de repente se detuvo en seco, levantando las orejas y olfateando el aire con intensidad. Tom y Lucas se miraron, sabiendo que cuando Max se comportaba de esa manera, algo estaba mal.
“¿Qué sucede, Max?” preguntó Lucas, preocupado.
Max comenzó a correr hacia el Lago Espejo, ladrando y sin mirar atrás. Tom y Lucas lo siguieron rápidamente, tratando de mantener el paso.
Cuando llegaron al lago, notaron que el agua, normalmente tranquila y clara, estaba agitada, como si algo se moviera debajo de la superficie. De repente, el Guardián del Lago Espejo apareció, pero esta vez, su expresión era grave.
“Tom, Lucas, Max,” comenzó el Guardián, “el Mundo Espejo está en peligro. Una fuerza oscura ha entrado y está tratando de destruir el equilibrio entre nuestros mundos. Necesito su ayuda para detenerla.”
Max, sintiendo la urgencia en la voz del Guardián, ladró fuerte, como si estuviera diciendo que estaba listo para enfrentar el desafío. Tom y Lucas, aunque un poco asustados, sabían que no podían dejar que su mundo y el Mundo Espejo cayeran en manos de esa fuerza oscura.
“¿Qué debemos hacer?” preguntó Tom, con determinación.
“El collar que Max lleva puesto es la clave,” explicó el Guardián. “Pero para activar su verdadero poder, deberán encontrar tres gemas especiales que están ocultas en diferentes partes del Mundo Espejo. Solo cuando las tres gemas estén unidas al collar, Max podrá enfrentarse a la oscuridad y restaurar el equilibrio.”
Sin dudarlo, Tom, Lucas y Max se prepararon para la misión. El Guardián les indicó que el primer portal hacia el Mundo Espejo ya estaba abierto. Max, con el collar brillando con una luz dorada más fuerte que nunca, fue el primero en saltar a través del portal, seguido de cerca por Tom y Lucas.
Al otro lado, se encontraron en un paisaje muy diferente al jardín encantado que habían visto antes. Esta vez, el cielo estaba cubierto de nubes oscuras, y un viento frío soplaba entre los árboles. Sabían que la primera gema estaba cerca, pero también que no sería fácil de encontrar.
Guiados por Max, comenzaron a caminar por un sendero rocoso que los llevaba hacia una montaña lejana. A medida que avanzaban, el ambiente se volvía cada vez más sombrío, y podían sentir la presencia de la fuerza oscura que amenazaba al Mundo Espejo.
Finalmente, llegaron a la entrada de una cueva oscura en la base de la montaña. Dentro, podían ver un leve resplandor azul, que sabían que era la primera gema.
“Tenemos que ser valientes,” dijo Lucas, tomando la mano de Tom mientras Max se adentraba en la cueva, decidido a encontrar la gema.
A medida que avanzaban, el resplandor azul se hacía más fuerte, pero también lo hacía la sensación de que algo los estaba observando. De repente, de las sombras emergió una figura oscura, con ojos brillantes y una forma que parecía cambiar constantemente.
“¡La fuerza oscura!” exclamó Tom, retrocediendo un paso.
Max, sin embargo, no se dejó intimidar. Con el collar brillando intensamente, saltó hacia la figura oscura, ladrando con valentía. La figura intentó detenerlo, pero Max, con su agilidad y coraje, logró esquivarla y alcanzó la gema azul.
Cuando Max tocó la gema con su pata, el collar absorbió su luz, y la figura oscura se debilitó. Sabían que debían salir de la cueva rápidamente antes de que la oscuridad se recuperara.
Con la gema azul ahora parte del collar, el portal de regreso apareció frente a ellos. Max lideró el camino, y Tom y Lucas lo siguieron, regresando al lago.
El Guardián los esperaba al otro lado. “Han encontrado la primera gema, pero aún quedan dos más. Deben darse prisa, la oscuridad se fortalece con cada minuto que pasa.”
Tom, Lucas y Max, aunque cansados, sabían que no podían detenerse ahora. Con una misión tan importante por delante, estaban listos para enfrentar los siguientes desafíos, sabiendo que mientras estuvieran juntos, nada podría detenerlos.
